La Fiscalía Nacional Económica, alertó que la entrega de facultades discrecionales a las autoridades hace que las subastas de las operaciones de juego –como la de Chillán- descansen en juicios eminentemente subjetivos por parte de los organismos evaluadores.

Pese a que la Fiscalía Nacional Económica decidió archivar una denuncia referente a la existencia de eventuales conductas contrarias a la libre competencia en el procedimiento para la obtención de un permiso de operación de un casino de juego en la ciudad de Chillán, el ente antimonopolio sí detectó algunos peligros en los procesos de licitación de este mercado.

Lo anterior, tiene que ver con los posibles aspectos discrecionales dentro del proceso establecido para el otorgamiento de un permiso de operación de casinos de juegos, donde estaría en peligro la sujeción a los principios de libre competencia que deben observar los órganos de la administración del Estado dentro del ejercicio de sus potestades.

La FNE consignó al respecto que efectivamente en el proceso de otorgamiento del permiso de operación de casinos de juego, “se denota la entrega de facultades discrecionales a ciertas autoridades, ya que si bien se establece un procedimiento normado y de conocimiento público, la ponderación de los respectivos informes y antecedentes de cada proyecto por parte del GORE, el concejo municipal, el comité técnico, y la posterior evaluación de consejo resolutivo, descansan en juicios eminentemente subjetivos por parte de dichos organismos”.

Esta situación, aseguró el ente antimonopolio liderado por el fiscal Felipe Irarrázabal, puede dar espacio a decisiones que atenten contra la libre competencia, y donde la FNE “tiene potestad de investigar y requerir si lo estimare necesario. Sin embargo lo anterior, el análisis de los efectos de estas disposiciones queda sujeto a su observación in situ, esto es, caso a caso”.

En relación al caso denunciado, la FNE manifestó que el procedimiento para la entrega de un permiso de operación de un casino de juego en la ciudad de Chillán está siendo conocido por la Corte de Apelaciones de Concepción, órgano jurisdiccional frente al cual se han ventilado los antecedentes necesarios para poder revertir las posibles decisiones arbitrarias de las autoridades con el fin de restaurar la imparcialidad debida para este tipo de procesos.