Industria chilena enfrenta su segundo año de baja en ventas

Con 67 marcas que compiten con 1.800 modelos, el mercado chileno automotriz es «único en el mundo», dicen en el sector. Afectado por un dólar alto, cerrará 2015 con una nueva caída en la comercialización y el 2016 ya se mira con mayor cautela.

A una velocidad distinta a la que venía transitando hasta 2013 se está moviendo hoy el mercado automotriz chileno. Un sector que enfrenta su segundo año consecutivo de caída en las ventas, pero que, de igual modo, mantiene una demanda constante en el tiempo y avanza a un ritmo sostenido.

Las ventas a septiembre pasado suman 205.783 unidades nuevas, en contraste con las 253.685 que a esa misma fecha registraba el 2014, una comercialización de vehículos que hoy es un 19% menor.

Este 2015 ha sido “desafiante” para el sector, describe Tomás Etcheverry, gerente general de Ditec Automóviles, cuyo portafolio de marcas lo integran Porsche, Jaguar, Land Rover y Volvo. “La desaceleración de la economía, el alza del dólar y el ambiente económico incierto han sido las variables más influyentes, al igual que en la mayoría de las industrias”, asegura el ejecutivo.

Un factor que ha jugado en contra  de la industria  ha sido el precio del dólar, hoy casi 20% mayor que hace 12 meses. “El tipo de cambio este año estuvo en contra del crecimiento en volumen”, apunta Michael Riebensahm, gerente de la división automóviles de Kaufmann, que tiene la representación de Mercedes Benz.

Un entorno más adverso que ha obligado a los operadores a realizar ajustes. “Y a desarrollar y adaptar las diferentes áreas del negocio, como la posventa y la división usados, junto con reforzar la cercanía con los clientes”, comentan en Ditec, además de hacer “una revisión profunda de las capacidades instaladas”, agregan en Chevrolet.

El parque que circula en Chile supera los cuatro millones de vehículos livianos y medianos, según estadísticas de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac). A 2014, la tasa de motorización llegaba a 4,4 personas por cada vehículo. Operadores de la industria estiman que este año va en seis personas por vehículo.

El mercado local tiene una particularidad: es “único a nivel mundial”, asegura Gustavo Castellanos, secretario general de la Anac. En él conviven 67 marcas, entre vehículos livianos y medianos, que participan con 1.800 modelos.

Es, además, un mercado completamente abierto, carente de producción local y, a su vez, permeable a las coyunturas internas y externas.

“Nuestra industria reacciona con sensibilidad e inmediatez a los vaivenes de la economía, por lo que se ve rápidamente afectada en uno u otro sentido por los ciclos tanto internos como externos”, sostiene Castellanos.

En opinión del director comercial de Chevrolet, Marcelo Sepúlveda, el escenario actual, marcado por “la pérdida de confianza de los consumidores, ha afectado en mayor medida al segmento de pasajeros, principalmente en vehículos por debajo de los $ 8 millones”.

Para el cierre de este año, las proyecciones del mercado sitúan las ventas entre 258.000 y 270.000 unidades, lejos del peak alcanzado por la industria en 2013, cuando se colocaron más de 378.000 unidades nuevas y muy a distancia también de las 330 mil unidades comercializadas en 2014. “Creemos que cerrará este 2015 en torno a las 258.000 unidades de vehículos livianos y medianos, lo que se asemeja a los niveles registrados en 2008 y 2009”, proyecta Alan Weiss, gerente de Mazda Chile.

Pese a los vaivenes, hay segmentos de la industria que han mantenido un mayor grado de resiliencia, con un crecimiento firme y sostenido. Es el caso de los citycars, las SUV y los modelos de lujo.

Los pequeños citycars

Son vehículos pequeños y funcionales, de menor cilindrada, económicos y accesibles. Son los denominados citycars,  segmento de vehículos que ha ido tomando cada vez mayor importancia. Hoy tienen una presencia en el mercado del 13%.

Claudio Campos, gerente comercial de Grupo Fiat, explica que dentro de los factores que motivan su auge están los problemas de movilidad de las urbes, deficiente transporte público y la creciente necesidad de tener un vehículo fácil de manejar, estacionar, rendidor y eficiente. “Partieron siendo el ‘primer auto’, por lo que apuntaban principalmente a los jóvenes recién egresados. Sin embargo, hoy, al ser ve-hículos ideales para andar en la ciudad, son utilizados por un público transversal e incluso se han convertido en el segundo auto, el que utilizan día a día”, relata Campos. Con un consumidor más informado y exigente, agrega, “estos vehículos han desarrollado una propuesta en diseño más atractiva y, cada vez, están más equipados en seguridad”.

El segmento de lujo

La demanda de vehículos de alta gama, aquellos con valores superiores a US$ 200 mil (más de $ 120 millones), ha registrado un crecimiento constante, intensificándose en los últimos años.

La fotografía es reveladora: de las nueve unidades comercializadas en 2009, se pasó a 68 en 2014. Hoy, por las calles chilenas transitan marcas como BMW, Infiniti, Maserati, Ferrari, McLaren, Jaguar, Lotus, Lamborghini, Bentley y Mercedes Benz.

Nicholas Parkes, presidente de la Asociación de Marcas de Lujo y gerente general de Ferrari y Maserati Chile, explica que este es un mercado muy atractivo para ese tipo de marcas, por la estabilidad económica, por los consumidores informados y con poder adquisitivo y bajos aranceles. “Estos factores explican el crecimiento constante que ha mostrado este segmento en los últimos años y que ha derivado en su maduración y en el ingreso de más marcas automotrices premium y de lujo al país”, señala el ejecutivo.

En Kaufmann precisan que este año “las marcas de lujo están bordeando el 5% de todo el mercado”, detalla Riebensahm. El 45% de la venta de la firma se concentra en el segmento SUV, acota.

Un mercado que, adelantan en la industria, seguirá madurando con modelos aún más personalizados, marcando tendencia en términos de diseño y tecnología. Para 2016, en tanto, se prevé mantener un crecimiento, aunque a un ritmo menor. “Esperamos seguir creciendo, pero de manera más lenta que en años anteriores”, anticipa Parkes.

El éxito de los SUV

El formato automotor más exitoso del mercado en los últimos años tiene un nombre: SUV (Sport Utility Vehicle). A septiembre último, las 10 principales marcas del mercado han comercializado casi 23 mil unidades nuevas, capturando el 11% del mercado total (ver infografía).

Hernán Miñano, gerente comercial de Comercial Chrysler, que vende Jeep Grand Cherokee y Dodge Durango, explica la razón del éxito de esta categoría. “Son autos muy versátiles, funcionales y muy completos en prestaciones, ya que incorporan atributos de los vehículos todoterreno, pero son fáciles de manejar, y tienen también un nivel de equipamiento y confort muy superior”.

Chile, añade, se sumó al éxito global de la categoría, impulsando a la mayoría de las marcas a desarrollar propuestas en el segmento.

Un 2016 con cautela

La industria mira con cautela el próximo año y en algunos casos con una cuota de pesimismo. “Para el 2016 esperábamos que la tendencia actual cambiara, confiábamos en que la situación se revirtiera. Lamentablemente, los indicios económicos y la opinión de los expertos nos dan luces de que no será así”, plantean en Ditec. En Chevrolet comparten parte de esa visión. “Esperamos un 2016 probablemente más bajo que las proyecciones de cierre para 2015”, prevé Sepúlveda.

El comportamiento del dólar volverá a traer una cuota de incertidumbre al sector. Así lo creen en Kaufmann: “Un tipo de dólar tan alto durante el 2016 es una dificultad y genera incertidumbre”, admite Riebensahm. Por eso, en la firma esperan que el alivio venga del exterior. “Estamos esperando que los efectos económicos externos al país también ayuden en el futuro, para que haya otra ola de crecimiento en el país”, agrega.

Tarea pendiente

Otro elemento que abre una interrogante para la expansión de la industria automotriz es el déficit de infraestructura para soportar su crecimiento, tema que implica un desafío para los sectores público y privado. “Estudios de la Cámara Chilena de la Construcción de 2014 a 2023 muestran un déficit en infraestructura para 2014-2018 de US$ 12.085 millones y requerimientos adicionales de inversión de unos US$ 7.300 millones, considerando el Gran Santiago”, dicen en la Anac.

Por eso, en el gremio adelantan que estudian una propuesta para presentar a los organismos pertinentes para mejorar la movilidad de las ciudades.

Últimos Trabajos Publicados
Noticias
Novedades de Extensión